sábado, 5 de novembro de 2011

BEIJING, 1 oct (Xinhua)
El personal del Buró Central de Compilación y Traducción, los traductores oficiales del Partido Comunista de China (PCCh), avanza pacientemente en la tarea de elaborar la segunda edición de las obras completas de Karl Marx y Friedrich Engels, una empresa que desde su comienzo fue presupuestada para tomar varias décadas de esfuerzos y colaboración.



El proyecto, que consta de 70 volúmenes y fue lanzado en 1986 con la aprobación del Comité Central del PCCh, busca entregar versiones más integrales, fidedignas y precisas de los textos para que sirvan de referencia a los organismos del Partido y el gobierno, las organizaciones académicas y todo aquel que desee consultarlos, dice Wang Xuedong, subjefe del buró.

“Hasta ahora hemos publicado 21 volúmenes, y los volúmenes 14 y 35, que acabamos de terminar, ya están siendo revisados por la editorial para imprimirlos”, agrega. Más de 100 traductores de la dependencia empezaron a trabajar en la primera edición en chino en 1955, basándose en la versión en ruso que fue publicada por un instituto de investigación del marxismo y el leninismo subordinado al Comité Central del

Partido Comunista de la Unión Soviética.

Después de 30 años de arduo trabajo, el buró finalizó la edición en chino, que consta de 50 volúmenes y combina más de 2.000 ensayos, 4.000 cartas y 400 grabaciones en una fuente única e integral.
Fue la primera vez que China compiló y publicó una edición relativamente completa de las obras de Marx y Engels, creando una fuente de material teórico sistemático y confiable para la investigación del marxismo y el socialismo, sostiene Chai Fangguo, director del departamento del buró central de traducción encargado de los trabajos de Marx y Lenin.

La publicación de la primera edición en chino fue todo un hito en la diseminación del marxismo en el país, pero con el tiempo se fueron descubriendo pequeños errores que se debieron a inevitables razones históricas, señala Wang.

El funcionario explica que cerca del 60 por ciento de los trabajos de Marx y Engels fueron escritos en alemán, 30 por ciento en inglés, y el 10 por ciento restante en francés y otros idiomas.

Sin embargo, la mayor parte de esa primera edición fue traducida desde el ruso, pues era la única versión disponible en ese entonces. “Por haber traducido con base en un texto que no era original sino también una traducción, el significado real de algunos fragmentos quedó oscurecido”, relata Chai.

Más adelante, varios historiadores confirmaron que algunos de los materiales incluidos en la primera edición no habían sido escritos por Marx ni Engels, al tiempo que manuscritos descubietos con posterioridad no habían sido traducidos aún.

“En realidad, la parte comprometida era infinitamente pequeña. No obstante, creímos que era necesario producir una versión mejorada, y nuestra propuesta fue aprobada por el Partido con bastante celeridad”, comenta Chai.

La campaña de traducción está estrechamente vinculada al proyecto académico Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA), una compilación que contiene las obras completas de los dos filósofos y fue ideada por la red Internationale Marx-Engels-Stiftung (IMES).

La IMES fue establecida en 1990 por el Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam (IISG), en el cual reposa la mayoría de los manuscritos originales de Marx y Engels. El propósito de la IMES es completar el MEGA como una edición históricocrítica de sus obras completas en la estela de los dramáticos cambios sucedidos en la Alemania del Este en 1989, según la web oficial del IISG.

La envergadura del MEGA ha sido reducida a 114 volúmenes, 55 de los cuales ya habían sido publicados para 2008. En la actualidad trabajan en el MEGA equipos de académicos de Alemania, Rusia, Francia, Holanda, Austria, Estados Unidos y Japón, lo que los convierte en el proyecto más importante de su tipo a nivel internacional, de acuerdo con el IISG.

“Habíamos planeado finalizar la segunda edición en chino antes de 2020, pero tanto la campaña internacional como la doméstica han requerido de más tiempo y esfuerzos de los presupuestados inicialmente, así que creemos que esa meta será imposible de alcanzar”, comenta Chai.

La falta de traductores también le ha restado velocidad al trabajo del buró. “Estamos atravesando por una ‘crisis de talento’”, se queja Wang, y añade que el número de traductores calificados es cada vez menor.
Para ser admitidos en el proyecto, los interesados deben contar con título de maestría y dominar el alemán, eso ha limitado la cantidad de candidatos elegibles. Además, muchos jóvenes se fueron poco tiempo después de haber sido contratados, quejándose de que el trabajo era muy exigente y a la vez poco interesante, explica Chai.
 
El “pool” de traductores al servicio de su departamento se ha contraído de 100 a 40 en los últimos 20 años, por lo que algunos proyectos importantes han debido ser delegados a expertos ya retirados, añade.
“Cada cual tiene su propia personalidad y sus propios valores, y yo me considero afortunada al tener la posibilidad de trabajar aquí”, dice Zhang Fengfeng, de 29 años, quien ingresó al buró seis años atrás luego de graduarse de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing.

“Puede que la idea de traducir textos de teoría todo el día suene aburrida, pero este trabajo me recompensa con conocimiento. Cuando mis traducciones son reconocidas públicamente siento que he tenido éxito”, señala.

El PCCh ha concedido gran importancia a la introducción de la literatura Marxista y comunista en el país desde cuando el Partido fue fundado, en 1921. En 1938, el PCCh estableció el Colegio de marxismo y leninismo, en la base revolucionaria de Yan’an, en la noroccidental provincia de Shaanxi, para capacitar en el tema a sus funcionarios.

El departamento de traducción del colegio fue la primera organización oficial que tradujo y editó textos marxistas bajo el liderazgo directo del Partido, de acuerdo con He Xilin, hoy de 96 años y quien fue el primer traductor del departamento.

Fundado en 1953, el Buró Central de Compilación y Traducción asumió la responsabilidad de traducir de manera sistemática los trabajos de Marx, Engels, Lenin y otros filósofos comunistas. El buró también ha traducido textos de líderes chinos, entre ellos Mao Zedong, Deng Xiaoping y Jiang Zemin, para los lectores extranjeros.

Llevar a cabo investigaciones teóricas es otra de las funciones importantes del buró, para el cual hoy trabajan 286 personas, entre ellas 138 traductores con una larga experiencia, según Yi Junqing, su director.

“La clave para perseverar en el marxismo en las nuevas condiciones históricas radica en dar respuesta oportunamente a los nuevos temas que plantea la práctica y proporcionar a ésta una orientación científica”, dijo Hu Jintao, presidente chino y secretario general del Comité Central del PCCh, en la gran ceremonia realizada con ocasión del 90º aniversario de la fundación de la colectividad, el pasado 1 de julio.

“Los comunistas chinos tenemos la firme convicción de que los fundamentos del marxismo representan una verdad científica irrefutable y de que el marxismo debe enriquecerse y desarrollarse sin cesar a medida que se desarrolla la práctica, no habiéndolo considerado nunca un dogma vacío, rígido y estereotipado”, aseveró Hu.

He Xilin sostiene: “El Partido no sólo ha llevado adelante el marxismo y el leninismo, sino que ha encontrado la forma de desarrollar sus propias teorías con un tinte chino”. “Las condiciones para realizar el trabajo de traducción han mejorado notablemente, y me complace ver que el Partido sigue concediendo gran importancia a esta labor”, agrega.

Además de traducir literatura marxista al chino, “China ha contratado expertos para producir ediciones para los grupos de minoría étnica, con el fin de garantizar su derecho a leer los clásicos teóricos”, dice Li Jianhui, jefe del Buró de Traducción de Lenguas Étnicas de China.

El funcionario revela que actualmente la dependencia trabaja en diez volúmenes que incluyen algunos de los más importantes trabajos de Marx y Engels, los cuales serán publicados en siete dialectos, como tibetano, uygur y mongol. El proyecto fue lanzado en 2005, con la meta de terminarlo en diez años.

Los expertos de minorías étnicas del buró están a punto de terminar la traducción de los tres volúmenes de “El Capital”, de Marx, y al mismo tiempo están trabajando en otro documento basado en un texto publicado por el Buró Central de Compilación y Traducción en marzo de 2010.

“Han surgido muchas dificultades debido a asuntos idiomáticos y culturales, y en ocasiones los expertos tienen que consultar las versiones rusas, coreanas y japonesas, realizar reuniones de discusión y solicitar la ayuda de sociedades académicas”, explica Li.

El Buró de Traducción de Lenguas Étnicas de China, establecido en 1955, ha puesto al alcance de las minorías muchos de los escritos de Marx, Lenin y varios líderes chinos.

Las autoridades chinas han cultivado un mecanismo de lenguaje étnico de cuatro niveles, que cubre todo el territorio nacional y de esa forma permite que las regiones de los diferentes niveles administrativos cuenten con instituciones dedicadas a la realización de actividades relacionadas con el lenguaje, entre ellas traducciones, difusión y capacitación, comenta Li.

China también ha publicado El Manifiesto Comunista y el Anti-Duhring para los invidentes, proyectos que, debido a su particularidad, tuvieron costos de impresión mucho más elevados que los de los libros tradicionales, destaca Wang, el subjefe del buró de compilación y traducción.

“El crecimiento del Partido a lo largo de los últimos 90 años muestra que la madurez teórica es la base para la convicción política. Avanzar al paso de los tiempos es un prerrequisito para avanzar en la acción, y la unidad de pensamiento es una garantía importante para que todo el Partido marche al paso”, concluye.
Fuente: Spanish News